Una
escuela eficaz es aquella que consigue un desarrollo integral de todos y cada
uno de sus alumnos mayor de lo que sería previsible, teniendo en cuenta su
rendimiento previo y el nivel social, económico y cultural de las familias
(Murillo, 2005: 30). Como complementan Murillo y Fernández-Castilla (2011) el
interés de la investigación sobre
eficacia escolar radica en la identificación de los factores de escuela, de
aula y de contexto asociados al desarrollo integral de los estudiantes. Sin
embargo, hasta ahora como ya se ha señalado, la mayoría de las investigaciones
han puesto su atención en una serie de áreas del currículo y, tan sólo, de
manera tangencial o en la mayoría de los casos completamente ausentes, en otros
elementos que definen un desarrollo integral del estudiante.
Una
escuela eficaz no tiene porqué ser una escuela de calidad. El concepto
“calidad” dentro de la educación es mucho más amplio. Matizo esta afirmación
respaldándome en lo señalado por Muñoz-Repiso y Murillo (2001), la eficacia escolar
es una de las estrategias encuadradas en lo que vendríamos a denominar el plano
de los medios, plano que es complementado por el de los fines de la educación
en lo que vendría a ser la composición del concepto “calidad” en educación.
En
cuanto al plano de las finalidades en educación (para qué y para quién se educa)
es primordial destacar a Levin (1991) y sus cuatro valores (libertad,
eficiencia, equidad y cohesión social) cuyo equilibrio conformarían lo que
vendríamos a denominar calidad en la educación desde la perspectiva de los
fines.
En
el plano de los medios (cómo y con qué recursos llevamos a cabo la educación)
es donde encuadraríamos al movimiento de “eficacia escolar” y donde también encontramos el movimiento de “mejora
de la escuela”. Este es un plano técnico
basado en evidencias científicas y en la práctica educativa.
Como
se puede apreciar, una escuela encuadrada en el movimiento teórico-práctico de
“eficacia escolar” simplemente, no es una escuela de calidad. Para serlo se
debe tener en cuanta los dos planos mencionados, y dentro del plano técnico la
línea teórico-práctica de “mejora de la escuela”, que desemboca en la
iniciativa “mejora de la eficacia escolar”.
La
eficacia escolar es una herramienta que puede aportar información acerca de los
procesos que pueden llevar a que una escuela sea de calidad, pero no es la
única herramienta o componente necesario para que se pueda hablar de dicha
calidad.
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